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COMUNIDAD ECUMÉNICA MISIONERA LA ANUNCIACIÓN. CEMLA
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“Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, actúa por todos y está en todos.” Ef 4,5s.

Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.

+Gabriel Orellana.
Obispo Misionero
¡Ay de mí si no predico el Evangelio! 1 Co 9,16b.

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miércoles, 18 de enero de 2012

CELEBRACIÓN ECUMÉNICA

CELEBRACIÓN ECUMÉNICA
Todos seremos transformados por la victoria de nuestro Señor Jesucristo
(cf. 1 Co 15,51-58)
Introducción a la celebración
La celebración ecuménica para la Semana de oración por la unidad de los cristianos 2012 nos llega desde Polonia, donde un grupo ecuménico ha preparado una liturgia que se basa en la experiencia de los cristianos polacos que han vivido momentos de alegría y adversidad. La historia de Polonia ha estado marcada por una serie de derrotas, de victorias, de invasiones, de particiones y de opresión por potencias extranjeras y sistemas hostiles. El constante esfuerzo de superar la esclavitud y el deseo de libertad son una característica de la historia polaca.
La celebración tiene como tema 1 Corintios 15,51-58, que habla del poder transformador de la fe en Cristo, particularmente en relación con nuestra oración por la unidad visible de la Iglesia, Cuerpo de Cristo. Es orando y esforzándose por la unidad plena y visible de la Iglesia, como nosotros mismos -y las tradiciones a las que pertenecemos- seremos cambiados, transformados y configurados con Cristo. Se trata de una emocionante visión que puede llenarnos de cierto temor. La unidad por la que oramos podrá exigirnos la renovación de formas cotidianas de la vida de la Iglesia. Dicha unidad no es simplemente una noción "cómoda" de amistad y cooperación. Requiere una voluntad de reconocer la colaboración mutua. Tenemos que abrirnos unos a otros, ofrecer y recibir los dones mutuamente, con el fin de poder verdaderamente entrar en la nueva vida de Cristo, que es la única verdadera victoria.
El desarrollo de la celebración consta de:
A. Apertura
De acuerdo con la costumbre local, puede haber un himno procesional, seguido por una oración de apertura y un acto penitencial.
B. La Palabra de Dios
Hay tres lecturas bíblicas. La lectura de 1 Corintios 15 es esencial para el tema. Esta es seguida por un sermón/homilía u otro tipo de comentario sobre las lecturas. Puede seguir una confesión de fe (tipo Credo).
C. Oración por la unidad y la transformación
Las intenciones de las oraciones de intercesión son la unidad y la transformación de diferentes situaciones. Estas oraciones son seguidas por el "signo de la paz".
Signo de la paz y el intercambio del pan (opłatek)
En Polonia hay una costumbre particular de compartir un trozo de pan especial, el "opłatek" (plural: "opłatki"), en las casas antes de la cena de Nochebuena y también durante las Navidades en las iglesias y en el trabajo. Esta costumbre tan preciosa para los polacos en sus casas y los que viven en el extranjero, se practica no sólo por personas de diferentes confesiones, sino también por los no creyentes. Cada persona recibe un “oplatek”. La gente lo comparte partiendo un trozo del pan de otra persona y lo come. De este modo transmiten sus mejores deseos mutuamente. Este intercambio expresa la unidad, el amor y el perdón entre las personas a quien el Salvador ha venido a visitar. Aunque no es la Eucaristía, no obstante, se le asemeja y simboliza la presencia del que nació en una Casa de Pan (Belén) y que él mismo se convirtió en el Pan de Vida.
Si no se dispone de “opłatek”, ni de pan ázimo puede utilizarse pan ordinario. Este intercambio del "signo de paz" puede hacerse de acuerdo con la costumbre local, si se prefiere.
D. Conclusión
Comprende una oración de compromiso, que se basa en los temas de cada uno de los ocho días. La celebración concluye con una bendición que puede realizarse según la costumbre local.

Desarrollo de la celebración
P: Presidente de la celebración
L: Lector
A: Asamblea
A. Apertura
Himno de entrada o preludio
Durante este tiempo, el clero y las personas que intervienen en la celebración pueden entrar en procesión.
Saludos
P: La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo esté con todos vosotros.
A: Y con tu espíritu.
Introducción
Tras los saludos o la presentación de los presentes, puede haber una breve introducción al tema. El presidente de la celebración puede decir, por ejemplo:
P: Voy a confiaros un misterio: no todos moriremos, pero todos seremos transformados.
A: Demos gracias a Dios, que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo.
P: En Cristo, Dios es el Vencedor. La victoria requiere esfuerzo y lucha. Cuando oramos y nos esforzamos por la unidad plena visible de la Iglesia, nosotros mismos -y las tradiciones a las que pertenecemos- seremos cambiados, transformados y configurados con Cristo. Los cristianos podemos hacer este esfuerzo juntos, sin triunfalismo, con humildad, al servicio de Dios y del prójimo según el ejemplo de Jesucristo. En la búsqueda de la unidad, esta es la actitud que queremos pedir a Dios juntos.
Oración de apertura
P: Dios Todopoderoso, en Jesús nos has dicho que quien quiera ser primero debe hacerse el último y el servidor de todos. Entramos en tu presencia, sabiendo que tu victoria se gana por la debilidad de la Cruz. Te rogamos para que la Iglesia pueda ser una. Enséñanos a aceptar humildemente que esta unidad es un don de tu Espíritu; a través de este don, cámbianos y transfórmanos y haznos más semejantes a tu Hijo Jesucristo.
A: Amén.
Oración penitencial
P: Dios Todopoderoso, a pesar de la unidad que recibimos en Cristo, persistimos en nuestra desunión. ¡Ten piedad de nosotros!
A: ¡Ten piedad de nosotros! (o cantar "kyrie eleison")
P: Endurecemos nuestros corazones cuando oímos el Evangelio. ¡Ten piedad de nosotros!
A: ¡Ten piedad de nosotros!
P: No te servimos en nuestros hermanos y hermanas. ¡Ten piedad de nosotros!
A: ¡Ten piedad de nosotros!
P: La desobediencia de Adán y Eva nos ha traído el sufrimiento y la muerte, y la creación se ha vuelto herida y rota. ¡Ten piedad de nosotros!
A: ¡Ten piedad de nosotros!
(Se guarda un momento de silencio)
P: Dios Todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
A: Amén.
B. La Palabra de Dios
Lecturas de la Biblia Ha 3,17-19; 1 Co 15,51-58; Jn 12,23-26
Homilía
Momento de silencio o de música instrumental.
Confesión de la Fe
Se recita el Credo (por ejemplo, el Símbolo de los apóstoles o el de Nicea-Constantinopla).
Himno/cántico
Durante este tiempo se traen los "opłatki" y se colocan sobre una mesa central.
C. Oraciones por la unidad y la transformación
P: Unidos en Cristo que nos da la victoria, roguemos al Señor: Por la Iglesia, Cuerpo de Cristo: para que viva de verdad esta unidad que recibe a través del Espíritu Santo. ¡Oh Dios, nuestra fuerza!:
A: Transfórmanos por tu gracia.
P: Por los responsables de nuestras Iglesias: que sean fieles a la unidad a la que todos los cristianos estamos llamados. ¡Oh Dios, nuestra fuerza!:
A: Transfórmanos por tu gracia.
P: Por todas las naciones del mundo: que vivan en paz entre sí y promuevan la justicia para todos. ¡Oh Dios, nuestra fuerza!:
A: Transfórmanos por tu gracia.
P: Por todos los seres humanos: que seamos buenos administradores de la tierra. ¡Oh Dios, nuestra fuerza!:
A: Transfórmanos por tu gracia.
P: Por todos nuestros conciudadanos: que sean transformados y sepan vivir unos con otros. ¡Oh Dios, nuestra fuerza!:
A: Transfórmanos por tu gracia.
P: Por los enfermos y los que sufren, que sean transformados por tu presencia sanadora. ¡Oh Dios, nuestra fuerza!:
A: Transfórmanos por tu gracia.
P: Por todas las familias y todos los hogares: que sus luchas y alegrías encuentren su plenitud en tu amor. ¡Oh Dios, nuestra fuerza!:
A: Transfórmanos por tu gracia.
P: Por los difuntos, que sean reconfortados por tu presencia. ¡Oh Dios, nuestra fuerza!:
A: Transfórmanos por tu gracia.
P: El Señor, que está en medio de nosotros, nos conceda la unidad y la paz.
A: Amén.
La oración del Señor
P: Cuando los discípulos preguntaron a Jesús: "enséñanos a orar", respondió: “cuando oréis, decid:
A: Padre nuestro… (se puede cantar)
Signo de la paz y el intercambio del opłatek
En Polonia hay una costumbre particular de compartir un trozo de pan ázimo, el "opłatek", en iglesias y casas del pueblo en Navidad. Cada persona recibe el “oplatek. La gente inmediatamente comparte rompiendo un trozo del pan de la otra persona y lo come. De este modo transmiten sus mejores deseos mutuamente. Este intercambio del “oplatek” expresa la unidad, el amor y el perdón. Os invitamos a hacer lo mismo como un signo de paz y unidad.
P: La paz del Señor esté siempre con vosotros
A: Y con tu espíritu.
P: Intercambiamos un signo de paz.
D. Conclusión
Himno (se puede hacer una colecta durante este himno)
Oración de compromiso
P: Recordamos lo que el Apóstol Pablo escribe en su primera carta a los Corintios (1 Co 15,57-58):
“Hemos de dar gracias a Dios, que por medio de nuestro Señor Jesucristo nos concede la victoria. Por tanto, hermanos míos muy queridos, manteneos firmes y constantes; destacad constantemente en la tarea cristiana, seguros de que el Señor no permitirá que sea estéril vuestro afán”.
¡Alabado sea el Señor, que nos conduce a la unidad! Padre, dedicamos esta semana a orar para profundizar nuestra unidad en Cristo. Él ha vencido a la muerte y nos ha llamado a una nueva vida en el Espíritu. Por eso te pedimos:
P. Transformados por Cristo servidor:
A: ¡Envíanos, y juntos caminaremos!
P: Transformados por la espera paciente del Señor: A: ¡Envíanos, y juntos caminaremos!
P: Transformados por el Siervo doliente: A: ¡Envíanos, y juntos caminaremos!
P: Transformados por la victoria del Señor sobre el mal: A: ¡Envíanos, y juntos caminaremos!
P: Transformados por la paz del Señor Resucitado: A: ¡Envíanos, y juntos caminaremos!
P: Transformados por el amor constante de Dios: A: ¡Envíanos, y juntos caminaremos!
P: Transformados por el Buen Pastor: A: ¡Envíanos, y juntos caminaremos!
P: Unidos en el reino de Cristo: A: ¡Envíanos, y juntos caminaremos!
Bendición y envío
La bendición puede ser otorgada por los responsables de distintas Iglesias, según la siguiente fórmula u otra.
P: El Señor esté con vosotros A: Y con tu espíritu.
P: Que el Señor os bendiga y os guarde. Haga brillar sobre vosotros su rostro, y os conceda su gracia. Vuelva su mirada sobre vosotros y os dé la paz.
A: Amén.
O también:
P: Que Dios Todopoderoso os bendiga, Padre, Hijo y Espíritu Santo. A: Amén.
P: ¡Id en la paz de Cristo!
A: ¡Demos gracias a Dios!
Himno final o postludio

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