Anglocatólico

COMUNIDAD ECUMÉNICA MISIONERA LA ANUNCIACIÓN. CEMLA
Palabra + Espíritu + Sacramento + Misión
Evangelizar + Discipular + Enviar


“Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, actúa por todos y está en todos.” Ef 4,5s.

Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.

+Gabriel Orellana.
Obispo Misionero
¡Ay de mí si no predico el Evangelio! 1 Co 9,16b.

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miércoles, 24 de agosto de 2011

Diferencias entre las Iglesias Cristianas

Diferencias Dogmáticas
Diferencias Litúrgicas
Diferencias Administrativas

I.- CISMA EN LA IGLESIA
Las persecuciones que sufre la recién nacida Iglesia, aunada al espíritu misionero de Pablo tienen como consecuencia la expansión del Cristianismo. Oriente y Occidente conocen a Cristo. Los períodos de persecución y los de tranquilidad se van alternando, la Iglesia va creciendo y fortaleciéndose.
A partir de la época del Emperador Constantino, la Iglesia es reconocida por las autoridades civiles y empieza a gozar de la tranquilidad necesaria para su consolidación administrativa, sin embargo, en su seno se iba gestando la división.
Oriente y Occidente aparentemente estaban unidos, mas en realidad la fisura, convertida en grieta que venía dividiendo a la Iglesia era causada principalmente por el difenente punto de vista respecto a la autoridad máxima de la misma.
La distinta interpretación de un texto de la Biblia llevó a la Iglesia a su división, al Cisma. Las circunstancias históricas del siglo IX convirtieron la grieta en abismo, que separó a ambas porciones de la Igleria, y en su forma definitiva a mediados del siglo XI.
Desde entonces, la Iglesia de Oriente y la Iglesia de Occidente siguen senderos paralelos, pero al fin y al cabo diferentes.
Desde el siglo II, el Obispo de Roma empezó a mostrar su deseo de ejercer su autoridad sobre toda la Iglesia, diseminada tanto en Occidente como en Oriente. Sin embargo, la parte Oriental de la Iglesia se resistió a ello desde un principio.
Cuando por los aconteseres históricos, Constantinopla se convirtio en la mueva Capital del Imperio Romano, en el año 330 de muestra era, su Obispo surgió como el primer antagonista del Obispo de Roma.
En el año 451, el IV Concilio Ecuménico otorga los mismos derechos de honor que tiene el Obispo de Roma al de Constantinopla, en el artículo que dice: "Como el Obispo de Roma tiene el derecho de primacía sobre los Obispos de Occidente, así también, el Obispo de Constantinopla tiene derecho sobre los Obispos del Oriente". No obstante esto, la cuestión no se dirimió, no se resolvió, porque las difernecias continuaron.
Las diferencias entre Roma y Constantinopla son difernecias de dos mundos, de dos mentalidades: La Oriental y la Occidental. El probema permanecía: O primacía absoluta de honor y jurisdicción o primacía de honor, pero no de jurisdicción. Lo triste de este antagonismo es que se lleva a cabo entre miembros de un mismo Cuerpo, el de la Una ,Santa, Católica y Apostólica Iglesia.
A mediados del siglo IX. las circunstancias obligaron a Ignacio, Patiarca de la Sede de Constantinopla, a renunciar como tal, y para ocupar su lugar se eligió a la eminencia de aquel tiempo, escritor de muchas obras, a Focio el Grande, confiriéndole previamente los tres grados del sacerdocio, para que pudiera ser canónica su elección. Mas el Papa Nicalás I no consideró correcta y legal la mencionada renuncia y la consecuente elección.
Por eso, cuando el Patriarca Focio envió la carta de saludos, conforme a la tradición existente hasta hoy en día, entre los Patriarcas del Oriente y el Patiarca de Occidente, el Papa de Roma, recibió respuestas y filicitaciones de todos ellos, pero no del Papa quien, en cambio, escribió al rey Miguel III protestando por la deposición de Ignacio y la elección de Focio.
Escribió a Focio negándole su grado sacerdotal. Con todo y que la deposición y la elección de Patriarcas en el Oriente no tenía que ver nada con la opinión del Papa. En la Iglesia Oriental no hay, ni ha habido impedimento alguno para que un laico pueda llegar al Trono Patiarcal después de pasar por los tres grados sacerdotales. Ejemplos, hay muchos. Bastantes laicos fueron electos Patriarcas antes que Focio, entre ellos el Patriarca Tarasio, tío del Patriarca Focio.
El Papa de Roma no respetó la antiquísima tradición de la Iglesia de Oriente, sino que intervino en asuntos que no eran de su competencia, queriendo imponer su opinión "de facto".
Focio era un hombre sereno, verdadero cristiano, por lo que trató de evitar la pugna para conservar la unidad de la Igleria, y para ello convocó a un Concilio en el año 861 que ratificó la legalidad de su elección, el cual contó con la presencia de dos Obispos delegados del Papa par asistir a este Concilio.
Envió Focio la decisión del Concilio al Papa aconsejándole evitar diferencias sobre asuntos administrativos, que nada tienen que ver con la fe cristiana, por amor a la unión de toda la Iglesia.
Sin embargo, el Papa Nicolás convocó un Concilio en Roma en el año 863, en el que excomulgó a los dos Obispos que participaron en la confirmación de la elección de Focio, declarando que esta elección era ilegal, presumiendo su autoridad sobre toda la Iglesia en general.
El comportamiento del Papa predispuso al pueblo ortodoxo en su contra. El patriarca Focio soportó todo con mucha paciencia, hasta que se multiplicaron los motivos, por los que tuvo que hacer la defensa de la Iglesia Oriental y su independencia.
Además de todo eso, el Papa envió una misión de su clero a Bulgaria, que trató de inclinar al pueblo búlgaro hacia él, procuró separar a la Iglesia Búlgara del Patiarcado de Constantinopla y anexarla a Roma, y comenzó la misión por criticar los ritos orientales y haciendo propaganda a los ritos occidentales.
El patriarca Focio, ante todo esto, se vio obligado a defender la libertad de la Iglesia Orental y su independencia, envió en el año 867 una circular a los Patriarcas del Orente llamándolos a la lucha común. Así en ese mismo año, se reunió el Consilio en Constantinopla, siendo su primer acto la condena en contra del Papa de Roma y su separación de la Iglesia, como también la deposición de sus grados sacerdotales y su excomunión, lo que afectó sobremanera al Papa cuando lo supo, falleciendo al año de haber recibido esta condena.
Focio el Grande fue una de las eminencias de la Iglesia Oriental. El no provocó el cisma entre las dos Iglesias. Quien lo provocó fue el Papa Nicolás I. Para Focio no era posible actuar en otra forma, y lo que hizo tuvo benéficas consecuencias en el futuro de toda la Iglesia oriental en general. Si Focio hubiera guardado silencio ante el Papa, las Iglesias de Oriente aún serían dependientes de la Iglesia de Roma. En otras palabras, podemos decir que Focio, estuvo entre dos filos: El mal del cisma y el mal de la dependencia. Escogió lo más fácil, la primero.
Pero esta firme posición que tomó la Iglesia Oriental no impidió a la Iglesia de Roma seguir interviniendo en los asuntos del Oriente, hasta que el Patriarca Miguel Cerulario se vio obligado a convocar en Constantinopla un Concilio en el año 1054 para poner fin a las intervenciones del Papa de Roma, condenando a la Iglesia Occidental a separarse de la Iglesia Oriental. Esta decisión fue firmada por todos los Patriarcas.
Fue así como se completó la separación, el cisma, entre las dos Iglesias, la cual es la desgracia más grande acontecida al mundo cristiano desde su nacimiento. Pero lo que confirmó el cisma, aumentando la enemistad entre las dos Iglesias, fueron las Cruzadas, pues estas, queriendo combatir a los musulmanes, combatienton también a los Ortodoxos, ya que al pasar por tierras bizantinas las conquistaron, incluyendo a la Capital Constantinopla; entraron a la Catedral de Santa Sofía, amarraron sus caballos en el mismo Iconostasio, y cometieron actos imnorales en el Altar. Posteriormente se dirigieron a Antioquía, depusieron al Patiarca Ortodoxo poniendo en su lugar a un Patriarca Latino.
También se adentraron en pueblos y ciudades de Siria y Líbano, atizando el espíritu de separatismo entre cristianos y musulmanes, y aun entre los cristianos mismos, conforme a la política de "divide y vencerás".
Disolvieron el estado Bizantino y pusieron en su lugar un reino latino, que duró de 1204 hasta el 1261, año en que el Emperador Miguel el Paleólogo restituyó dicho estado. Pero mientras existió este reinado hubo persecución en contra de los ortodoxos, clérigos y laicos, matando a numerosos inocentes. Pusieron Patriarcas Latinos en lugra de los Ortodoxos, quedando el Papa, en este lapso, como el Jefe Máximo de las dos Iglesias, Oriental y Occidental.
Cuando los turcos amenazaron al Imperio Bizantino, se recurrió al Papa pidiendo su ayuda, ya que tenía mucha influencia sobre los reyes de Europa en aquel tiempo, y se le prometió convencer al pueblo ortodoxo de aceptar su jurisdicción, pero los Patriarcas Ortodoxos rechazaron esta decisión.
Los siglos han pasado, estamos en los finales del XX, y la separación aún perdura. La Igesia Oriental y Occidental son diferentes.
II.- DIFERENCIAS ENTRE LAS IGLESIAS ORTODOXA Y ROMANA
Hay muchos puntos en común entre la Iglesia Ortodoxa y la Iglesia Romana, pero también existen diferencias, causa de su separacion. Entre ellas, unas se refieren al Dogma, otras a la Liturgia, y también las hay administrativas. En este capítulo, las expondremos conforme al orden mencionado.
A.- DIFERENCIAS DOGMATICAS.
1.- La Procedencia del Espiritu Santo.
Dijo el Señor: "Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de Verdad el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mi" (Jn, 15:26).
El credo dice: "...y en el Espíritu Santo que procede del Padre".
Este credo fue confirmado por los Concilios Ecuménicos, los cuales prohibieron cualquier adición o cambio. Este Credo sigue siendo respetado por todas las Iglesias Orientales y Occidentales antes del cisma y en él está resumida toda la verdad de la doctrina cristiana. La Iglesia Ortodoxa lo ha consevado sin alteración. La Iglesia Romana aumentó al artículo octavo las palabras "...y del Hijo" quedando así este artículo: "...que procede del Padre y del Hijo". Esta adición al Símbolo de la Fe, comenzó en España en el siglo VI, trasladándose posteriormente a Francia, siendo rechazado por las demás Iglesias. El mismo Papa la rechazó. El Papa León III, el Grande, mandó imprimir este Credo en dos láminas de Plata, en griego y en latín, sin la palabra: "y del Hijo" colocándolas en las puertas de la Catedral de San Pedro en Roma, declarando que lo hacía para conservar el Símbolo de la Fe intacto, como lo declararon los dos primeros concilios Ecuménicos.
Pocos años después, ascendió el Papa Nicolás, quien oponiéndose a su antesesor, permitió que fueran agregadas las palabras "...y del Hijo" en el Credo.
El gran Patriarca Focio protestó por esta añadidura. El Papa Juan VIII prometió corregir el error, pero los Papas sucesores de él lo conservaron, aceptándolo hasta la actualidad la Iglesia de Roma.
2.-El Purgatorio.
La iglesia Romana cree que las almas, después de la muerte, van al lugar que llama el purgatorio, donde se purifican de sus pecados leves sufriendo algunos tormentos, y que después entran al Paraíso.
La Iglesia Ortodoxa cree que las almas, después de la muerte, esperan el Juicio Final, en un lugar que no es el Paraíso ni tampoco el Hades.
Cuando el Buen Ladrón dijo a Jesús, que estaba sobre la Cruz: "Acuerdate de mi, Señor, cuando vengas en tu Reino", oyó la respuesta de Cristo: "Hoy estarás conmigo en el Paraíso" y no le dijo hoy estarás en el purgatorio y después de tu purificación llegarás al Paraíso.
En la Iglesia Romana se cree que el Papa y los Obispos, según su jurisdicción, tienen potestad para conceder Indulgencias por realizar determinadas acciones o por orar con específicas preces, cumpliendo con las condiciones necesarias.
Las Indulgencias no son para perdonar los pecados, antes bien presuponen como condición necesaria para ganarlas la remisión de ellos.Ellas son una remision de las penas temporales en las que se ha incurrido por los pecados.
Estas Indulgencias son aplicables a uno mismo o a las almas que están en el Purgatorio como un sufragio, para disminuir o terminar con sis sufrimientos.
La Iglesia Ortodoxa no acepta tal doctrina y facultad, y tampoco el Purgatorio, como ya mencionamos.
3.- La Inmaculada Concepción.
La Iglesia de Roma cree que Santa Ana concibío a la Virgen sin mancha de pecado. La Iglesia Ortodoxa cree y enseña su concepción de manera natural.
4.- La Infalibilidad Papal.
En el año de 1870 decidió el Concilio Vaticano I un nuevo dogma, el cual no tiene ningún antecedente en toda la historia de la Iglesia: "La infalibilidad Papal", lo cual significa que el Papa "no se equivoca" cuando habla "Ex Cathedra" sobre materia de fe o de costumbres.
Este nuevo dogma contradice lo dicho por el Señor quen no aceptó que lo llamaran: "Maestro bueno" cuando le preguntó el joven: "...Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Le contestó Jesús: ...¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino sólo Dios". (Lc. 18:18-19).
Muchos de los cristianos occidentales protestaron por esta decisión contraria al Evangelio, separándose de la Iglesia de Roma y autollamándose "Viejos Católicos".

B.- DIFERENCIAS LITURGICAS.
Una parte de las diferencias litúrgicas es producto de tradiciones étnicas, y la otra se formó después de la separacioón de las Iglesias Oriental y Occidental. Aquí mostraremos algunas:
1.- El uso del pan ácimo en la Eucaristía.
La Iglesia Ortodoxa consagra el pan natural con levadura, en tanto que la Occidental, el pan ácimo. La Iglesia Ortodoxa basa su punto de vista, primero, sobre lo que el Señor comió en la Ultima Cena: Pan con levadura. "Antes de la fiesta de la pascua..." (Jn. 13:1). "Dos días después era la pascua y la fiesta de los panes sin levadura..." (Mc. 14:1). "Llegó el día de los panes sin levadura, en el cual era necesario sacrificar el cordero de la pascua" (Lc. 22:7).
La palabra griega "Artos" que aparece en el Evangelio significa el pan natural con levadura y no el ácimo.
Los Apóstoles usaron el pan natural con levadura en cumplimiento del Sacramento de la Eucaristía, "...en el partimiento del pan..." (Hch. 20L:7).
San Juan Crisóstomo explicando la palabra griega "artos", dijo que esto se traducía como "pan con levadura" (Sermón 81 sobre el Evangelio de Mateo).
Los primeros cristianos llevaban consigo pan y vino, y terminando la Eucaristía repartían lo sobrante a los pobres. Sin duda usaban el pan con levadura y no el ácimo. "Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; ..." (1a. Cor. 11:21).
2.- El bautismo y la Confirmación.
La Iglesia Ortodoxa bautiza metiendo al niño en el agua, mientras que la Iglesia Romana bautiza por infusión. En griego "baptizo" y "baptisma" significan sumergir y no aspersión o infusión. El Evangelio dice: " Y Jesús después que fue bautizado, subió luego del agua;..." (Mt. 3:16. Mc. 1:10). La palabra subió, supone que antes bajó al agua.
En Roma se descubrió, en la Catacumba de San Calixto, un icono del siglo II que representa a Cristo inmerso en el agua, saliendo con la ayuda de Juan. En el convento Dafne, cerca de Atenas, existe un antiguo icono hecho con mosaicos que presenta a Cristo metido en el agua al ser bautizado por Juan. San Basilio el Grande, en su artículo sobre el Espíritu Santo, dice: "El sacramento del bautismo se tiene que celebrar con tres inmersiones".
La Iglesia Antigua no permitía el bautismo por aspersión, sino en los casos de sumo peligro. En caso de que llegara a vivir el bautizado por aspersión en caso extremo, se le prohibía recibir el Sacramento del Sacerdocio.
La Iglesia Occidental misma bautizaba en los primeros siglos del Cristianismo por inmersión, como es de notarse en los antiguos manuales litúrgicos que se conservan. La aspersión e infusión sólo fue permitida después del siglo XVI. El Sacramento de la confirmación, en la Iglesia Romana, lo confieren exclusivamente los Obispos y no se celebra inmediatamente después del bautismo, sino cuando llega el niño a la adolescencia. Se le unge con e Santo Crisma, y se le imponen las manos.
Sabemos, sin embargo, que estos dos Sacramentos: El Bautismo y el Mirron ( la confirmación ) nunca se dieron separados en la Iglesia Primitiva. Tanto los Sacerdotes como los Obispos lo administraban como se hace en la Iglesia Ortodoxa hasta la actualidad.
Dice el escritor eclesiástico occidental, Tertuliano, en su libor sobre el Bautismo, lo siguente: "Después de salir de la pila del bautismo recibiremos el Santo Mirron conforme a la antigua tradición".
3.- El Celibato del Clero.
La Iglesia Romana exige el celibato a su Clero
Sin embargo, la Iglesia Primitiva nunca prohibió el matrimonio del Clero ni de los Obispos. San Gregorio, el Gran Teólogo, fue hijo de un Obispo, como lo fueron otros grandes santos, pero la Iglesia, posteriormente y por razones sociales que no hay necesidad de comentar, determinó que los Obispos no fueran casados para que se alejaran de las obligaciones mundanas pudiendo así dedicarse a lo espiritual.
4.- Las Estatuas.
Entre las diferencias de culto existe el de las estatuas. El Occidente colocó estatuas en las iglesias. El Oriente Ortodoxo las rechazó y sigue rechazándolas dentro de los templos, basándose en la Palabra del Señor: "Dios es espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que le adoren" (Jn. 4:24). Y también: "...Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás" (Mt. 4:10). San Pablo nos dice: "El Dios que hizo el mundo... siendo Señor del cielo... no habita en templos hechos por manos humanas..." (Hch. 17:24)
5.- La Santa Unción.
La Iglesia Ortodoxa ora sobre el aceite para la curación de las enfermedades y remisión de los pecados. La Iglesia Romana considera que el aceite es para los moribundos y para los enfermos graves, a pesar de que la Santa Biblia enseña que el óleo se da a los enfermos para su curración espiritual y corporal, "Está alguno enfermo entre vosotros, llame a los ancianos de la iglesia, que oren por él ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo y el Señor lo levantará;..." Stg. 5:14-15).
6.- La Eucaristía.
En Occidente sólo se da la Comunión a los niños que han llegado al uso de la razón; si un infante muere, muere sin Comunión. En Oriente se puede impartir la comunión desde que se es bautizado.
Los fieles de la Iglesia Occidental, de ordinario, sólo reciben el Pan Eucarístico, que no es fragmento de un solo Pan sino una Hostia; últimamente se permitió que en ocasiones especiales se recibiera el Pan y el Vino. Y San Pablo dice: "Siendo uno solo el pan, ... pues todos participamos de aquel mismo pan". "Por tanto... coma cada uno así del pan, y beba de la copa" (1a. Cor. 10:17, 11:28).
7.- Las fórmulas Sacramentales.
Creen que la acción de los Santos Sacramentos reside en la persona del Sacerdote. Dice el Sacerdote: "Yo te bautizo", "Yo te uno en matrimonio", "Yo te unjo", "Yo te perdono".
El sacerdote Ortodoxo dice: "Se bautiza el siervo de Dios", "Se unge el siervo de Dios", "Se perdona el siervo de Dios", porque la Iglesia Ortodoxa está segura que el medio principal en los Sacramentos es la Gracia Divina y no el Sacerdote que sólo es su instrumento. En otras palabras, la Iglesia Ortodoxa enseña que la acción de los Sacramentos está basada en la Gracia Divina y no en el Sacerdote, independientemente de su cualidad humana.
Conviene aquí mencionar que uno de los grandes doctores de la Iglesia Occidental, San Agustín, hablando sobre los Sacramentos dice: "Cuando el Señor perdonó a la mujer pecadora, no le dice "yo te perdono tus pecados", sino, "...tus pecados te son perdonados" (Lc. 7:48).

C.- DIFERENCIAS ADMINISTRATIVAS.
1.- La Autoridad Máxima.
La iglesia Ortodoxa considera al Concilio Ecuménico como Autoridad Máxima de todas las Iglesias. En tanto que la Iglesia Romana considera al Papa como la Autoridad Máxima de todas las Iglesias "Por encima de los Concilios Ecumenicos". La Iglesia Ortodoxa basa su doctrina en lo siguiente:
Los Santos Apóstoles se reunieron en Jerusalén para estudiar las diferencias surgidas entre sí sobre los que vinieron al Cristianismo de los judíos y los que llegaron de los gentiles. Algunos de los Apóstoles consideraban que los gentiles tenían que integrarse al Cristianismo. Otros opinaban que adoptar primero la religión judía antes de integrarse al Cristianismo. Otros opinaban que estos deberían aceptarse directamente a la fe Cristiana. Sobre eso ninguno de los Apóstoles en particular tomó la decisión.
Se congregaron para que en conjunto se decidiera, lo que implica que todos Apóstoles tendrían que estar reunidos para hacerlo (Hch. 15). Y el Concilio decidió aceptar a los gentiles en el Cristianismo directamente, sin pasar por la circuncisión, puesto que el Cristianismo no es parte del Judaísmo sino una Religión independiente. Las Iglesias Cristianas en Oriente y Occidente, antes del cisma, se administraban de una manera conjunta y democrática y no con dictadura. Cuando había algunas diferencias o asuntos a nivel superior de una Iglesia, se reunía el Concilio Ecuménico, constituido por todos los Patriarcas y los Jefes de las Iglesias Autocéfalas, para estudiar todos los asuntos y tomar sus decisiones, siendo éstas Obligarorias para todos. El mejor testimonio de ello son los Siete Concilios Ecuménicos, cuyas resoluciones están reconocidas en Oriente y Occidente hasta la actualidad.
2.- La Sucesión de Pedro.
Occidente basa la Primacía del Obispo de Roma o Papa en que es el sucesor de Pedro y que Pedro fue el superior de los Apóstoles, apoyándose en Mateo 16:13, 16-18: "Pregutó Jesús a sus discípulos deciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?... Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: "Bienaventurado eres, Simón, Hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Yo también te digo, que tú eres Pedro y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella". Este pasaje no significa lo que Roma trata de interpretar, la roca no es Pedro, sino la confesión de Pedro de que Cristo es el Hijo de Dios. La Iglesia esta construida sobre la Divinidad de Cristo viviente y no sobre Pedro, el hombre muerto. No puede ser la base de la Iglesia un ser humano sino Dios mismo, para que se cumplan las palabras de Cristo, que las puertas del Hades no prevalecerían contra ella, conforme a su promesa: "Permaneceré con vosotros hasta el fin". San Pablo dice en su Primera Carta a los Corintios: "Y la roca era Cristo" (10:4).
San Agustín, Gran Padre de la Iglesia Occidental, esplicó este versículo en su artículo 270, con lo siguente: "Tú eres Pedro y sobre esta piedra que es tu confeción , que Cristo es el Hijo de Dios viviente, edificaré mi iglesia". En su artículo 76 también dice: "Los que edifican sobre humanos dicen, yo soy de Pablo, yo soy de Apolos, yo soy de Pedro. Pero los que edifican sobre la confedión de Pedro y la Divinidad de Cristo, dicen: Yo soy de Cristo. Porque la Iglesia está edificada sobre Cristo y no sobre Pedro".
El Escritor francés Andre Boreau hizo referencia a la explicación de San Agustín con lo siguente:
"Cuarenta padres de la Iglesia y grandes escritores explicaron el mencionado versículo igual que San Agustín, lo que quiere decir que la roca no es Pedro sino la confesión de Pedro de la divinidad de Cristo. Entre estos cuarenta se cuentan diez Papas. ".
Los mismos Apóstoles no aceptaron la superioridad de Pedro sobre ellos. San Pablo dice: "El hombre es cabeza de la mujer como Cristo es cabeza de la iglesia".(Ef. 5:23). Pablo no dijo que Pedro es la cabeza de la iglesia. Así también los Concilios Ecuménicos no aceptaron la superioridad papal. En el Credo se recita "Creo en una Sola, Santa, Católica y Apóstolica Iglesia". La palabra Iglesia significa el conjunto, lo mismo que la palabra Católica, y no se refieren a una sola persona. Si los concilios Ecuménicos hubieran aceptado la superioridad del Papa, lo hubieran incluido en el Símbolo de la Fe, mas no fue así. Este Credo es aceptado por todas las Iglesias Cristianas hasta la actualidad.
3.- El Derecho a la Primacía.
El ceder el derecho, al Obispo de Roma, de la Primacía sobre los Obispos de Occidente, así como al de Constantinopla sobre los Obispos de Oriente, fue algo temporal y político, era privilegio de la Capital. Cuando Roma fue la Capital, su Obispo tenía asiento a la derecha del Emperador, por lo que este lugar temporal le dio el privilegio de la Primacía sobre los demás Obispos de Occidente. Cuando Constantimopla se convirtió en la Capital del Oriente, su Obispo se sentaba a la derecha del Emperador o del Rey, por lo que , por este mismo privilegio temporal, alcanzó los mismos privilegois sobre todos los Obispos de Oriente.
Si hubiera sido motivo religioso, el Obispo de Antioquía hubiera tenido la Primacía sobre todos los Obispos de Oriente y Occidente, por ser el sucesor directo de los Apóstoles Pedro y Pablo, quienes fundaron la Iglesia de Antioquía antes que la de Roma. Hasta la actualidad, algunos de los Patriarcas de Oriente, además de su nombre llevan el nombre de Pedro, por considerarse sus sucesores. Sigiendo con el aspeco religioso, la Primacía sería un derecho inequívoco del Obispo de Jerusalén sobre todos los Obispos del mundo, puesto que es él el sucesor de Nuestro Señor Jesucristo que es el Gran Fundador, ligítimanente el Primero, de toda la Iglesia Cristiana, quien es inmensamente mayor que Pedro, que Pablo y que todos los Apóstoles.
4.- El Estado del Vaticano.
El Papa de Roma se proclamó jefe de un Estado temporal, y eso contradice lo dicho por el Señor: "Mi reino no es de este mundo" (Jn. 18:36), "dad, pues, a César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios" (Mt. 22:21), y "Sabeis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad, mas entre vosotros no será así, sino, el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido sino para servir" (Mt. 20:25-27).
Y ¡aquí esta la gran pregunta!: ¿Acaso fue San Pedro jefe de un estado temporal?.
5.- La Ortodoxia y el Papa.
Las Iglesias Ortodoxas consideran al Papa como Patriarca del Occidente y Máximo Jefe de las Iglesias Occidentales que le reconocen. Cuando renuncie a la autoridad que pretende sobre todas las Iglesias Cristianas en el mundo, entonces lo considerarán como el primero entre los Patiarcas y después de él al Patriarca de Constantinopla y los demás Patriarcas. Sólo entonces se le considerará "primero entre iguales".
III.- ESFUERZOS POR LA UNION.
El esfuerzo más importante realizado en favor de la unión de las iglesias se hizo durante el reinado de Juan VII, el Paleólogo (1425-1448), en el que se reunió el Concilio de Florencia en 1439 y asistieron algunos Obispos Griegos, que firmaron el documento de la unión de las dos Iglesias en el que se reconocía la Primacía del Papa de Roma sobre la Iglesa Ortodoxa, pero el Obispo de Efeso, Marcos, presente en él, no aceptó, más aún, demostró el error en que estaba la Iglesia de Roma en este asunto, y se negó a firmar el documento de unión. A su regreso a Constantinopla, el pueblo lo recibió como héroe. Las definiciones de este Concilio quedaron sin reconocimiento de todas las Iglesias de Oriente hasta la actualidad.
El Papado siempre ha deseado la unión , aunque sin éxito. Se puede considerar como otro esfuerzo por la unión el establecimiento, por parte de los Jesuitas, de una escuela en la que se otorgaron becas a jóvenes orientales. Además la institución Propaganda Fide les proporcionó ayuda económica. Como era de esperarse, la escuela enseñaba el pensamiento occidental, cuyo conocimiento originó el que muchos ortodoxos volvieran sus ojos hacia la Iglesia de Roma.
En el año 1869 envió el Papa Pío IX a los Patriarcas de Oriente una carta en la cual los exhortaba a considerarlo como Jefe Máximo de la Iglesia.
En el año 1880 el Papa León XIII dió orden a las Iglesias Occidentales de festejar el Día lo los Apóstoles de los Esclavos, los Santos Metodio y Cirilo, con la finalidad de atraer a los esclavos ortodoxos.
En 1895, el mismo Papa León envío a los orientales una circular pidiéndoles incorporarse bajo su autoridad. El Patriarca de Constantinopla contestó a su vez con otra circular rechazando su invitación.
El profesor de la Universidad de Atenas, Amilca Alivisatos, dijo: "La unión entre las dos iglesias es imposible, porque los motivos del cisma nunca fueron dogmáticos, ya que el dogma es uno. Tampoco son litúrgicos, porque las liturgias se forjaron conforme a las tradiciones orientales y occidentales. El motivo principal es "la autoridad máxima".
El Papa de Roma jamás renunciará a la máxima autoridad. La Iglesia Ortodoxa jamás reconocerá que la máxima autoridad reside en una sola persona.
La Iglesia Ortodoxa acepta las definiciones de los Siete Primeros Concilios Ecúmenicos hasta la actualidad. Todas las convenciones, reuniones, encuentros y estudios que se han llevado a cabo y siguen efectuándose fuera de estos principios están condenados al fracaso, porque están enfocados fuera del punto principal, que es la Autoridad Máxima de las Iglesias Cristianas. Principal punto que debe ser estudiado, y cualquier estudio fuera de él, es pérdida de tiempo. Por eso, el mencionado profesor sugiere que se haga todo el esfuerzo posible para firmar un tratado de reconciliación y paz, y de no agresión entre las dos Iglesias, porque la paz es mandato de Cristo que dijo: "Paz os doy, paz os dejo". La agresión no debe darse entre los hermanos que creen en un solo Cristo.
 IV.- EL PROTESTANTISMO.
A.- ORIGEN
El Papa León X necesitaba dinero para construir la Basílica de San Pedro en Roma; y debido a ello envió monjes a todo el mundo para que lo recolectaran por medio de la distribución de certificados de Indulgencia. El monje dominico Juan Tatzal fue el encargado de hacerlo en Wittemberg, donde vivía el sacerdote Lutero, nacido en 1483. Mientras Lutero enseñaba que la remision de los pecados es dada a quienes se arrepienten sinceramente, Tatzal comenzó a vender las Indulgencias por poco dinero. Ante este mercantilismo religioso, el padre Lutero reaccionó levantándose y enfrentándosele, y movido por un limpio celo; decidió protestar en contra de este comercio religioso. El treinta y uno de octubre de mil quinientos diecisiete, fijó en la puerta de la iglesia artículos de su tesis por la cual rechazaba la venta de las Indulgencias. Enseñando que el arrepentimiento sincero nos reconcilia con Dios y no el dinero con el que se compra la Indulgencia.
En poco tiempo, las tesis de Lutero fueron conocidas en toda Europa. El Papa, en el año 1520, publicó una Bula en la que lo declaró hereje, ordenando quemar sus libros. Mas Lutero echó la Bula Papal al fuego. Desde entonces Lutero fue considerado excomulgado de la Iglesia Romana. En el año 1521, se apersonó Lutero en la Dieta de Worms, defendiendo su doctrina, que no abandonaría a menos que le probaran su error por medio de la Santa Biblia, a la que consideraba como la Unica Infalible, concluyerndo su defensa con estas palabras:"Aquí me planto, no puedo hacer otra cosa, y que Dios me ayude". A pesar de eso, la Convención condenó sus enseñanzas.
El Káiser y los Príncipes pidieron que se combatiera el Luteranismo hasta acabarlo. Pero Lutero encontró un amigo sincero en Federico el Sabio, quien lo ayudó.
En la Convención de Spira, en 1529, se confirmó la decisión de Worms, protestando los siguidores de Lutero, por lo que desde entonces fueron llamados "Protestantes".
Después de muchas reuniones, pláticas y guerras sangrientas, consiguieron los protestantes, en 1555, su libertad religiosa por medio de la Convención de Augsburgo. Pero esta reconciliación no puso fin a las sangrientas persecuciones. La peor de ellas fue la matanza en Francia, la cual empezó en las vísperas de la fiesta de San Bartolomé del año 1572, prolongándose por muchos días. Durante un mes fueron sacrificados alrededor de cuarenta mil protestantes.
La convención de Westfalia, en 1648, confirmó la determinación de Augsburgo de manera definitiva. Las persecuciones continuaron. En el año 1715, durante el reinado de Luis XIV, cincuenta mil familias protestantes se vieron obligadas a salir de Francia, su patria, porque se les prohibió ejercer su libertad religiosa.
La Revolución Francesa en 1789, puso fin a esas persecuciones.
Sin duda Lutero fue un gran hombre que merece todo el aprecio y respeto.
Cuando Lutero trató de establecer la Reforma en Alemania, Swinglio, en 1484, enseñaba principios muy afines al Luteranismo en Suiza. Fue asesinado en el año 1531 en un enfrentamiento entre sus seguidores y los romanos.
Después de Swinglio, Juan Calvino, en 1564, tomó el liderazgo, dandose a conocer como un hombre de gran moralidad. Por él se llamó a la Reforma en Suiza, Calvinismo.
En el Siglo XVI entró la Reforma a Inglaterra y en forma especial el Calvinismo, conservando el grado Episcopal, por lo que la Iglesia Anglicana se llamó Iglesia Episcopal.
Las Iglesias más importantes del protestantismo son Luteranismo Calvinismo y Anglicanismo.
B.- LA ORTODOXIA Y LOS PROTESTANTES.
No podmos negar que las cabezas del movimiento religioso protestante fueron personas muy preparadas y sinceras, pero por provenir de la Iglesia Romana y haber estudiado dentro de su escuela desconocían la verdad de la Iglesia Ortodoxa.
El primer contacto ente Protestantes y Ortodoxos fue en tiempo de Wasef, Patiarca de Constantinopla quien envió a su Diácono Demetrio a Wittemberg, para averiguar la verdad sobre la Reforma Religiosa. A su regreso a Constantinopla en el año de 1559, el Díacono traía consigo una carta de Felipe Melanchthon para el Patiarca, con el texto del Documento de Augsburgo.
En esta carta se mencinona que Melanchthon se consoló mucho cuando supo, por el Diácono Demetrio, que la Iglesia Ortodoxa seguía existiendo a pesar de todas las circunstancias adversas que había padecido.Comparó la preservación de la Iglesia Ortodoxa con la de los tres varones en el fuego. También pidió al Diácono que informara al Patriarca lo que había visto y oído sobre el movimiento protestante, insistiendo al Patriarca que los Protestantes conservan la Santa Biblia, la enseñanza de los Concilios Ecuménios y las doctrinas de los Padres de la Iglesia Ortodoxa.
En 1574, Teólogos Luteranos escribieron al Patriarca Jeremías II, ofreciéndole su confeción de fe, pidiéndole encontrar la manera de tener un contacto entre ellos y la Ortodoxia, aclarando que ellos no protestaron en contra de la Igesia Ortodoxa sino en contra del papismo y de sus monjes, porque perjudicaban a la Religión Cristiana. El Patriarca Jeremías contestó, aclarando que los orientales sí están de acuerdo con el Protestantismo en rechazar el papismo, el Purgatoriom, las Indulgencias, el celibato forzoso del clero, y otras cosas. Pero que difieren de él en otros puntos referentes a los Sacramentos, la Tradición y el Grado Episcopal. Hubo intercambio epistolar, pero nunca un acuerdo.
Otros esfuerzos se hicieron en favor de la unión entre ortodoxos y protestantes, pero no progresaron. El Patriarca Cirilo Lukaris, siglo XVII, mostró un gran amor a los protestantes, creyendo que con su amistad se podía acabar con las maniobras de los Jesuitas en el Oriente, pero las Iglesias Ortodoxas no aceptaron su comportamientom por lo que fue criticado y condenada su actitud a este respecto.
Recientemente muchos Protestantes, especialmente en Inglaterra, mostraron interés en la unión con la Iglesia Ortodoxa. Los Anglicanos han dicho que están dispuestos a aceptar todas las Doctrinas Ortodoxas para que se llegue a la unión entre las dos Iglesias. Esto está confirmado en las actas de la Convención Cristiana de Ginebra de 1920, que fue realizada para discutir la diferencias entre todas las Iglesias Cristianas. Esa Convención contempló la posibilidad de la unión entre Ortodoxos, Viejos Católicos y Anglicanos, nombrando un Comité de entre sus miembros para estudiar este tema.
C.- LUTERO Y LA ORTODOXIA.
Cabe mencionar aquí, el pensamiento que sobre la Iglesia Ortodoxa expresó Lutero en una convención desarrollada con Juan Ack en el año 1519, cuando éste le argumentó que los Ortodaxos, al alejarse del Papa se habían alejado de la verdadera fe y no se salvarían en el Día del Juicio, a menos que le reconocieran como Jefe Supremo de todas las Iglesias.
El resumen de las respuestas de Lutero a Juan Ack es el siguiente:
- La Iglesia Ortodoxa perteneció y sigue perteneciendo a Cristo, si el Papa.
- Es algo insólito el sacar de la Iglesia a miles de Mártires y Santos que durante siglos ha habido en la Iglesia Ortodoxa y expulsar del cielo a los que durante ese tiempo ya han sido sus dueños.
- La Iglesia de Cristo se fundó en la mayor parte del mundo por lo menos veinte años antes de que se fundara en Roma y, por tanto, no podía ser cabeza de la Iglesia, puesto que no fue la primera en fundarse.
- Y confirma lo anterior, el que la Iglesia de Oriente nunca haya aceptado Obispos nombrados por Roma.
D.- ENSEÑANZAS DE LA IGLESIA EVANGELICA.
Sin duda alguna, la responsabilidad del naciminto del movimiento Protestante recae sobre el Papa de Roma, que no quiso escuchar las recomendaciones de Lutero, empujándolo así a establecerlo.
Las enseñanzas de la Iglesia Evangélica sin duda son una contraposición a las de la Iglesia Romana, he aquí las principales:
- La Iglesia Romana descuidó la Santa Biblia y se desvió de la Antigua Tradición de la Iglesia. La Iglesia Evangélica rechazó todas la Antigua Tradición, lo bueno y lo malo de ella, considrando a la Biblia como la única fuente de la Tradición Cristiana.
- Roma dio mucha importancia a las apariencias y descuidó la esencia de la religión. Los Protestantes se rebelaron en contra de la religiosidad externa y los actos litúrgicos, enseñando que el verdadero cristano es aquel que cree con todo su corazón en Dios, y no quien reza y hace abstinencia, o peregrina a la ciudad de Roma para arrodillarse ante el Papa sentado sobre su trono. Exageró en combatir la enseñanza de la Iglesia Romana, la cual resumió todo en el culto externo, mientras los Protestantes encerraron todo en la Gracia Divina.
- La Iglesia Romana malinterpretó los Sacramentos. Los Protestantes rechazaron los Sacramentos, excepto el Bautismo y la Eucaristía.
- Roma hizo del Obispo un dios y consideró al Papa como al Representante de Cristo sobre la tierra. Los Protestantes rechazaron al Episcopado desde su base.
- La Iglesia de Roma dio mucha importancia a las apariencias del culto con festividades y procesiones de mucho boato. En tanto que los Protestantes eliminaron cualquier tipo de culto externo, encerrándose en la lectura de la Santa Biblia, la predicación y el canto.
- La Iglesia Romana impuso el celibato obligatorio al clero. La Protestante rechazó el celibato. Lutero, su máximo representante se casó con una monja.
- Como la Iglesia Evangélica salió del regazo de la Iglesia Romana, conservó algunas de sus enseñanzas, como por ejemplo, la adición al Símbolo de la Fe, especialmente en el artículo de la procedencia, ..."que procede del Padre y el Hijo"...aun cuando contradice lo escrito en el Santo Evangelio.
- Conservó también el bautismo por aspersión e infusión y el uso el pan ácimo en la Eucaristía.
E.- TESTIMONIO DE UN EVANGELICO.
El gran teólogo y filósofo Evangelista alemán, Padar, en su libro de 1841, "Catolicismo en Oriente y Occidente", testimonia que la Iglesia Ortodoxa conseva la religión cristiana en su verdad fundamental. Este libro conmovió al mismo Obispo de Roma, el Papa.
F.- LA ORTODOXIA Y LA IGLESIA ANGLICANA.
La Iglesia Anglicana acepta la enseñanza de la Iglesia Primitiva y la Tradición . Respeta a la Iglesia Ortodoxa y hace esfuerzos por unirse a ella. Esto se demuestra en las actas de la Reunión de Ginebra de 1920 para discutir las diferencias entre las distintas Iglesias Cristianas. En esta Convención se estudió la posibilidad de la unión entre Ortodoxos , Viejos Cátolicos y Anglicanos.
Por este tiempo, el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Basilio, después de su entronización envió al Arzobispo de Canterbury una carta de salutación como la que envió a todos los Jefes de las Iglesias Ortodoxas. Esto se consideró como un reconocimiento hacia la Iglesia Anglicana.
 V.- LA ORTODOXIA Y LA IGLESIA DE LOS VIEJOS CATOLICOS.
En páginas anteriores dijimos que un buen número de cristianos occidentales salieron del regazo de la Iglesia Romana, cuando el Concilio Vaticano I, en 1870, decidió la "Infalibilidad Papal", protestando en contra de esa definición y autodeterminándose Viejos Católicos.
Su representante, Hersog, en la Convención de Ginebra de 1920, expresó: "Nosotros los Viejos Católicos rechazamos la Infalibilidad Papal y la Procedencia del Espíritu Santo del Hijo. Nosotros componenos la Iglesia Occidental antes del Cisma. Creemos en todo lo que decidieron los Siete Primeros Concilios Ecuménicos antes del Cisma. Respetamos a la Iglesia Ortodoxa porque consevó la religión cristiana sin cambio".
El Patriarca de Alejandría, Focio se presentó en la Convención de Estocolmo y participó con los Anglicanos y los Viejos Católicos, diciendo: "Esperamos que el próximo Concilio Ecuménico Ortodoxo decida la unión con las dos Iglesias".

VI.- TESTIMONIOS ROMANOS SOBRE LA IGLESIA ORTODOXA.
De los romanos tenemos al gran teólogo e historiador del siglo XIX, Delin Karr, quien dice en su libro "La Unión de las Iglesias", en la página 50: "La Iglesia Ortodoxa es respetada por su antiguedad, por la sucesión de sus Obispos de los Apóstoles y la conservación de su fe sin cambio".
En la página 43 del mismo libro, dice Delin Karr, " La Iglesia Ortodoxa sigue siendo como antes del Cisma, y su teología está basada sobre la Santa Tradición y los Padres de los siete primeros siglos".
El famoso predicador francés Ayia Comnt dice en el periódico "El Siglo" de París, del 26 de marzo de 1905: "La Iglesia Ortodoxa a pesar de todas las persecuciones que ha sufrido, se ha conservado indemne de los extremos protestantes y de las malas interpretaciones romanas. En el fututo será ella el centro en el que todo el mundo cristiano estará girando, tarde o temprano".

VII.- LA IGLESIA ORTODOXA.
Con todo lo expuesto anteriormente, hemos visto las diferencias entre las Iglesias Cristianas. Ahora resumiremos en una pequeña imagen a nuesta Iglesia Ortodoxa.
La Iglesia Ortodoxa Oriental, es un conjunto de Iglesias Autocéfalas unidas entre sí en la recta Fe, los Santos Sacramentos y la Santra Tradicion de la Iglesia.
La Primera en honor es la Iglesia de Constantinopla por su importancia histórica. Constantino I, el Grande, fiel Ortodoxo, declaró, en esa ciudad, a la Religión Cristiana: Religión Oficial del Estado. A él pertenece el gran mérito de haber establecido el Cristianismo en el mundo, después de estar bajo tierra en las catacumbas. La Iglesia lo elevó, junto con su madre Elena, al grado de "igual a los Apóstoles".
En Oriente nació murió y resusitó Cristo, estuvieron los Apóstoles y todos los Profetas. En el idioma del oriente fueron escritos los Santos Evangelios. El Símbolo de la Fe y los cánones de los Concilios Ecumménicos fueron allí establecidos. "La Luz apareció en Oriente".
La palabra Ortodoxo pertenece a los que aceptaron el Símbolo de la Fe, el Credo, que fue determinado por los dos primeros Concilios Ecuménicos, el primero en el año 325 y el segundo en el 381.
Los que rechazaron este Símbolo fueron llamados herejes.
El Patriarca "Ecuménico" de Constantinopla ostenta el primer lugar. Después de él viene el Patriarca de Alejandría, seguido por el Patriarca de Antioquía y, poseriomente, el Patriarca de Jerusalen. Sigue en orden, el Patriarca de Moscú y toda Rusia, y luego los otros Patriarcas y los Jefes de las Iglesias Autocéfalas.
En otra palabras, la Iglesia Ortodoxa es una familia conformada en igualdad fraternal con los mismos derechos. El mayor entre ellos es el Patiarca de Constantinopla, quien es "el primero entre iguales".
Cada Iglesia es independiente y se adminstra igual que las demás Iglesias. En cada país es independiente política y administrativamente.
La Máxima Autoridad, en cada Patiarcados o Iglesias Autocéfala, es la del Sínodo nombrado temporalmente, siendo la Máxima Autoridad, para todos los Patriarcados e Iglesias Autocéfalas, el Concilio Ecuménico que reune a todos los Patriarcas y Jefes de las Iglesias Autocéfalas.
Los dogmas y los Ritos son uno en todos los Patriarcados e Iglesias Autocéfalas. En la Iglesia Ortodoxa no existe una Iglesia que domine sobre la otra. Tampoco hay enfrentaminetos entre el Estado y la Iglesia, porque da al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Los clérigos Ortodoxos son ciudadanos fieles al Estado y a sus compatriotas. No pueden seguir políticas en contra de los intereses patrios y en muchos países han sido pilares de su independencia, como en Grecia y Rusia. Lo acontecido, a consecuencia de la Revolución Francesa, al eliminar la influencia de la Religión Cristiana a causa de la enemistad del Clero Occidental a la independencia, jamás podrá suceder en la Iglesia de Oriente.
En la Iglesia Ortodoxa jamás hubo tribunales de Inquisición. Tribunales que tuvo la Iglesia de Romaa y que arrojaron a miles de personas al fuego y, por su causa, millares sufrieron toda especie de torturas.
La Iglesia Ortodoxa jamás utilizó las armas monásticas a favor de intereses personales. Estas armas fanáticas fueron la causa de las guerras religiosas. Los pueblos católicos occidentales, en el año 1773, solicitaron su supresión. El Papa Pío VII en el año 1814 dió la orden de que volvieran a trabajar.
CONCLUSION
La Iglesia Ortodoxa es la Iglesia de Cristo. Jamás reconocerá a otro como a Jefe Supremo. Jamás aceptará enseñanzas diferentes a las enseñanzas de Cristo y las seguirá conservando fielmente como las recibió de El y de sus Santos Apóstoles. Segura de que Cristo estará en ella hasta el final, y que las puertas del Hades no podrán contra ella.

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