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“Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, actúa por todos y está en todos.” Ef 4,5s.

Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.

+Gabriel Orellana.
Obispo Misionero
¡Ay de mí si no predico el Evangelio! 1 Co 9,16b.

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miércoles, 17 de agosto de 2011

RITOS EPISCOPALES en el LIBRO DE ORACIÓN COMÚN


El título de esta sección indica que estos ritos pertenecen propiamente al obispo. De estos cinco ritos uno puede ser dirigido por un clérigo que no es obispo, si el obispo nombra a alguien para que tome su lugar en este rito, la Celebración de un Nuevo Ministerio.

Entre los Ritos Episcopales tenemos:
-          las tres Ordenaciones o sea al obispado, al presbiterio y al diaconado; además
-          los de la Celebración de un Nuevo Ministerio y
-          la Dedicación y Consagración de una Iglesia.

En la Iglesia Católica Apostólica en tradición Anglicana la ordenación pertenece siempre al obispado, o sea que los obispos tienen la plenitud del ministerio sacerdotal de la Iglesia y por eso ellos son los que ordenan. No se reconoce en nuestra Iglesia la ordenación presbiteral como en algunas otras Iglesias. En nuestra Iglesia se sigue la tradición antigua de que el obispo es el ministro de la orden ministerial de la Iglesia, o sea Ordenes Sagradas.

El Prefacio a los Ritos de Ordenación es un documento que toca a la historia de las Ordenes Sagradas. Es una revisión del prefacio anterior (desde 1550). Vale la pena leerlo bien, pues indica la base histórica de los ministerios ordenados de nuestra Iglesia y de la Iglesia Católica Romana.

Anteriormente (LOC 1928, etc.) se encuentra el orden reverso, comienza con el diaconado, sigue con el presbiterado y termina con el obispado. La razón de este cambio es de tratar de enfatizar la integridad de cada orden y no simplemente entender el diaconado como una etapa necesaria para llegar a ser presbítero, sin importancia en sí.

Prefacio a los Ritos de Ordenación

                Las Sagradas Escrituras y los antiguos autores cristianos expresan con claridad que, desde los tiempos apostólicos, han existido diferentes ministerios en la Iglesia. En particular, desde los tiempos del Nuevo Testamento, la santa Iglesia católica de Cristo se ha caracterizado por tener tres distintas órdenes de ministros ordenados.

-          Primero, está la orden de obispos, quienes continúan la obra apostólica dirigiendo, supervisando y uniendo la Iglesia.
-          Segundo, asociados con los anteriores, están los presbíteros, quienes, más tarde, fueron generalmente llamados sacerdotes. Junto con los obispos, éstos participan en el gobierno de la Iglesia, en su obra misionera y pastoral, y en la predicación de la Palabra de Dios y la administración de sus santos Sacramentos.
-          Tercero, están los diáconos que asisten a los obispos y presbíteros en todo este ministerio. Además, es responsabilidad especial de los diáconos, ministrar en nombre de Cristo a los pobres, los enfermos, los afligidos y los desvalidos.

                Las personas escogidas y reconocidas por la Iglesia como llamadas por Dios al ministerio ordenado, son admitidas a estas sagradas órdenes por medio de oración solemne y la imposición de manos episcopales. Ha sido y es la intención y propósito de esta Iglesia, mantener y continuar estas tres órdenes; y, para este propósito, estos ritos de ordenación y consagración son establecidos. A ninguna persona se le permite ejercer las funciones de obispo, presbítero o diácono en esta Iglesia, a menos que así haya sido ordenada o ya haya recibido tal ordenación con la imposición de manos de obispos debidamente calificados para conferir Ordenes Sagradas.

                Está también reconocido y afirmado que el ministerio tríplice no es propiedad exclusiva de esta rama de la Iglesia católica de Cristo, sino don de Dios para el crecimiento de su pueblo y la proclamación de su Evangelio por todas partes. Consecuentemente, el modo de ordenar en esta Iglesia ha de ser tal como ha sido y ahora es mayormente reconocido por pueblos cristianos como el adecuado para conferir las sagradas órdenes de obispo, presbítero y diácono.
Tomado y adaptado de

MANUAL DEL LIBRO DE ORACIÓN COMUN
DAVID E. BERGESEN
Director de ITAM
Diócesis Anglicana del Uruguay

 El Libro De Oración Común
Administración de los Sacramentos y otros Ritos y Ceremonias de la Iglesia
Junto con el Salterio o Salmos de David
Conforme al uso de La Iglesia Episcopal

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