Anglocatólico

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“Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, actúa por todos y está en todos.” Ef 4,5s.

Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.

+Gabriel Orellana.
Obispo Misionero
¡Ay de mí si no predico el Evangelio! 1 Co 9,16b.

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viernes, 18 de mayo de 2018

SER CRISTIANO. Catecismo Básico Anglicano. PARTE II: CREYENDO EN CRISTO


EL CREDO DE LOS APÓSTOLES Y LA VIDA DE FE
 
Para los cristianos católicos anglicanos, al igual que todos los cristianos genuinos, el auténtico cristianismo es el cristianismo apostólico. El cristianismo apostólico se basa en el testimonio histórico de los seguidores de Jesús, los apóstoles, quienes fueron testigos oculares de los eventos de la vida de Jesús, y de su muerte, resurrección, ascensión, su actual reino celestial, y su promesa de retorno en el futuro. Tanto Jesús como sus apóstoles comprendían que estos hechos eran el cumplimiento de las esperanzas del Antiguo Testamento del Reino (o reinado) de Dios, al cual debía llevar el pacto de Dios con Israel, y que la Iglesia Cristiana recibió como realidad de Jesús y sus apóstoles.

Los cristianos católicos anglicanos afirmamos que toda la Biblia, el Antiguo y el Nuevo Testamento, es la “Palabra Divina escrita (Artículos de la Religión, 20), de donde aprendemos estos hechos con la autoridad de las escrituras. Ya para el siglo II, estos hechos claves de la fe apostólica habían sido organizados en un compendio de temas para la enseñanza catequética (la Regla de la Fe), y este compendio se convirtió en el Credo de los Apóstoles’- así llamado porque resume la fe apostólica. Con el tiempo este Credo, uno de los tres que hoy se encuentra en el Libro de Oración, fue tomado como la declaración bautismal utilizada en la iglesia en Roma y otras partes del mundo cristiano. Es el primero de los Credos que reconocemos y aceptamos, es el más breve y el más fácil de memorizar para los fines de la catequesis, pero se complementa y profundiza con el Credo Niceno y el Credo de San Anastasio.

Reunir y centrarse en las verdades centrales de la fe apostólica, tal como las presentan las Escrituras, es la primera tarea de cualquier catequesis. Y es lo que hace el Credo de los Apóstoles. Está organizado en tres párrafos o artículos, cada uno de los cuales describe la persona y obra del Padre, el  Hijo, y el Espíritu Santo. Así, el Credo es Trinitario, al igual que lo es el Nuevo Testamento. Es un listado de verdades que llevan a los que buscan al encuentro de una fe  personal enfocada y basada en el Dios Trino, y a un verdadero discernimiento del compromiso personal que implica una fe de este tipo.

El Credo existe, al igual que todos los Credos y Confesiones, para definir y defender este compromiso que constituye la base de lo que es ser cristiano. Su artículo central – que declara quién y qué fue, es y será Jesucristo – es el más largo; el artículo sobre Dios el Creador (el Padre) es el que lo presenta, y el artículo sobre el Espíritu Santo y la salvación cristiana sigue desde allí. El Credo, como un todo, es un testimonio del corazón vital de la auto-revelación de Dios. Es un documento de consenso, que nos llega con el resonante eco y aval de creyentes fieles a través de casi dos mil años, pues fue recitado por comunidades cristianas en todo momento y lugar de la historia de la iglesia cristiana. Y es una señal de la ortodoxia, es decir de la creencia correcta, que guía nuestra comprensión de la verdad revelada de Dios en puntos donde nuestras mentes nubladas por el pecado podrían hacernos extraviar.

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