Introducción
Reconciliación. El amor de Cristo nos
apremia
(cf. 2 Corintios 5, 14-20)
(cf. 2 Corintios 5, 14-20)
Conmemoración del 500 aniversario de la Reforma
Las Iglesias en Alemania decidieron conmemorar este aniversario como una Christusfest(una celebración ecuménica de Cristo). La Reforma fue la ocasión para
volver a centrarse en la salvación por la gracia a través de la fe en
Jesucristo. Nos regocijamos en la salvación de Dios que tiene su centro en la
cruz de Cristo, que supera las divisiones y nos une. Esta celebración confiesa
sin medias tintas los pecados de división que siguieron a la Reforma. Esta
oración común quiere celebrar a Cristo y su acción reconciliadora que mueve el
corazón de los cristianos divididos a ser embajadores de Cristo como ministros
de la reconciliación.
Contenido de la celebración
El tema «Reconciliación. El amor de Cristo nos apremia
(2 Co 5, 14-20)» celebra la irrevocable reconciliación que hemos
recibido a través de la fe en Jesucristo. El amor de Cristo es la fuerza motora
que nos empuja a ir más allá de nuestras divisiones para realizar actos de
reconciliación.
Por medio de salmos y cantos nos reunimos en el nombre de Jesús alabando
las acciones maravillosas de Dios. Confesamos nuestros pecados de división y
hacemos nuestra petición de perdón. La proclamación de la Palabra pone de
relieve la acción reconciliadora de Cristo como «aquel que murió por todos»
(v. 14). Los fieles responden a esta Buena Noticia aceptando la invitación
a ser ministros de reconciliación.
Actos simbólicos en la celebración
El muro
El año 1989 vio la caída del muro de Berlín que dio comienzo al
Movimiento de Oración por la Paz en la República Democrática Alemana (Alemania
del Este), con personas poniendo velas en sus ventanas y puertas y orando por
la libertad. Horst Sindermann, uno de los líderes de la RDA, señaló: «Habíamos
planificado todo. Estábamos preparados para todo, pero no para velas y
oraciones». Por este motivo representamos con la construcción y el
desmantelamiento de un muro la división de los cristianos y la reconciliación
que perseguimos. Esto puede volverse un símbolo de esperanza en cualquier
situación en que la división parece insuperable. De este modo, la construcción
de un muro simbólico en la confesión de los pecados, su presencia visible
durante la proclamación de la Palabra y, por último, su desmantelamiento para
formar una cruz como signo de esperanza, nos da fuerza para dar nombre a estas
divisiones terribles y para superarlas con la ayuda de Dios.
Orientaciones/Material: La construcción y el desmantelamiento del muro
«La división debida a nuestro pecado»: después de una breve
introducción, algunos miembros de la asamblea construirán un muro de separación
para representar los pecados y la división que confesamos. Este muro se
mantendrá en pie hasta el momento de la celebración titulado «Responde con fe,
vive reconciliado». En este momento las piedras se quitarán del muro y se
dispondrán en forma de cruz.
Dependiendo del tamaño del lugar de la celebración, se necesitarán los siguientes
materiales para esta acción simbólica: 12 cajas del mismo tamaño (cajas de
transporte, cajas de zapatos) recubiertas de papel de embalaje para simbolizar
las piedras. En la parte frontal de cada caja se escribirá un concepto clave
(falta de amor, odio y desprecio, acusación falsa, discriminación, persecución,
comunión rota, intolerancia, guerras de religión, división, abuso de poder,
aislamiento, orgullo). Mientras se proclama cada pecado, se coloca la piedra en
su lugar para ir construyendo el muro. Después de un momento de silencio, los
que han llevado la piedra hacen una petición de perdón a la que la asamblea
contesta: «perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que pecan
contra nosotros».
Después de la proclamación de la Palabra que termina con el sermón, se
hace una oración por la reconciliación. Mientras se desmantela el muro y las
piedras se colocan en forma de cruz, se canta un canto de reconciliación o un
himno de alabanza a la cruz.
En las celebraciones con grupos pequeños, una alternativa podría ser
sustituir o ampliar los conceptos clave con testimonios personales. En la
primera parte, estos testimonios deberían referirse a situaciones que han
causado daño a los demás. En la segunda parte de la respuesta de fe, se podrían
contar historias de reconciliación y de actos de reparación.
Velas
Después del Credo se proponen cuatro plegarias de intercesión. Después
de cada petición, tres personas encienden sus velas de una fuente central de
luz (por ejemplo, un cirio pascual) y se quedan de pie alrededor de la cruz
hasta el momento titulado «mandato de Cristo». Después del mandato, las tres
personas pasan la luz al resto de la asamblea hasta que todas las personas
tengan encendidas sus velas. La celebración termina con una bendición y el
envío.
DESARROLLO DE LA CELEBRACIÓN
Destinados a proclamar las grandezas de
Dios
(cfr. 1 Pedro 2, 9)
(cfr. 1 Pedro 2, 9)
P Presidente
A Asamblea
L Lector
A Asamblea
L Lector
I. Reunidos en el nombre de Jesús
Himno de entrada (elegido
localmente)
Procesión con la Biblia / Leccionario
Procesión con la Biblia / Leccionario
Apertura
P En el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
A Amén.
P La gracia y la paz de Dios, que nos ha reconciliado consigo
por medio de Jesucristo, esté con todos vosotros (2 Co 5, 18).
A Y también contigo.
Palabras introductorias
P Queridos hermanos y
hermanas en Cristo: este año muchos
cristianos e Iglesias conmemoran el aniversario de la Reforma. San Pablo nos
recuerda que Dios nos ha reconciliado consigo por medio de Jesucristo y que el
amor de Cristo nos apremia a ser ministros de reconciliación. ¡Adoremos y
alabemos juntos a Dios en la unidad del Espíritu Santo!
Salmo 98 (cantado) o un himno de alabanza
II. Divididos por nuestros pecados (arrepentimiento)
Invitación al arrepentimiento
P A lo largo de la historia han existido
muchos movimientos de renovación en la Iglesia, que siempre está necesitada de
una mayor conversión a su cabeza, Jesucristo. A veces estos movimientos han
dado lugar a divisiones no queridas. Este hecho contradice lo que Jesús pidió
al Padre en Juan 17, 23: «Como tú vives en mí, vivo yo en ellos para
que alcancen la unión perfecta y así el mundo reconozca que tú me has enviado y
que los amas a ellos como me amas a mí». ¡Confesemos nuestros pecados y oremos
para obtener el perdón y la sanación de las heridas que han causado nuestras
divisiones! Mientras nombramos estos pecados veremos cómo se van transformando
en un muro que nos separa.
Silencio
P Oremos: Dios y Padre del cielo, nos acercamos a ti en el nombre
de Jesús. Experimentamos la vida nueva a través del Espíritu Santo, pero
seguimos construyendo muros que nos dividen, muros que impiden la comunión y la
unidad. Traemos hoy estas piedras con las que construimos nuestros muros y
oramos para obtener perdón y sanación.
A Amén.
Mientras se nombra cada pecado, se trae la piedra correspondiente para
construir el muro. Después de un momento de silencio, el portador de la piedra
[L] hace una petición de perdón y la asamblea contesta: «perdónanos nuestros
pecados como nosotros perdonamos a los que pecan contra nosotros».
P Una piedra de nuestro muro es «falta de amor».
Se coloca la piedra con el concepto clave «falta de amor».
Se coloca la piedra con el concepto clave «falta de amor».
L1 Dios de bondad, el amor de Cristo nos apremia a que pidamos perdón
por todas las veces en las que no hemos amado. Oramos humildemente:
A Perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que
pecan contra nosotros.
P Una piedra de nuestro muro es «odio y desprecio».
Se coloca la piedra con el concepto clave «odio y desprecio».
Se coloca la piedra con el concepto clave «odio y desprecio».
L2 Dios de bondad, el amor de Cristo nos apremia a que pidamos
perdón por nuestro odio y desprecio de unos contra otros. Oramos humildemente:
A Perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que pecan
contra nosotros.
P Una piedra de nuestro
muro es «falsa acusación».
Se coloca la piedra con el concepto clave «falsa acusación».
Se coloca la piedra con el concepto clave «falsa acusación».
L3 Dios de bondad, el amor de Cristo nos apremia a que pidamos
perdón por denunciar y acusarnos falsamente unos a otros. Oramos humildemente:
A Perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que
pecan contra nosotros.
P Una piedra de nuestro
muro es «discriminación».
Se coloca la piedra con el concepto clave clave «discriminación».
Se coloca la piedra con el concepto clave clave «discriminación».
L4 Dios de bondad, el amor de Cristo nos apremia a que pidamos
perdón por todas las formas de prejuicios y discriminaciones de unos contra
otros. Oramos humildemente:
A Perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que
pecan contra nosotros.
Respuesta cantada: «¡Perdónanos, Señor!»
Los comités locales eligen sus propias respuestas cantadas.
Los comités locales eligen sus propias respuestas cantadas.
P Una piedra de nuestro
muro es «persecución».
Se coloca la piedra con el concepto clave «persecución».
Se coloca la piedra con el concepto clave «persecución».
L5 Dios de bondad, el amor de Cristo nos apremia a que pidamos
perdón por perseguir y torturarnos unos a otros. Oramos humildemente:
A Perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que
pecan contra nosotros.
P Una piedra de nuestro
muro es «comunión rota».
Se coloca la piedra con el concepto clave clave «comunión rota».
Se coloca la piedra con el concepto clave clave «comunión rota».
L6 Dios de bondad, el amor de Cristo nos apremia a que pidamos
perdón por mantener rota la comunión entre nuestras Iglesias. Oramos
humildemente:
A Perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que
pecan contra nosotros.
P Una piedra de nuestro
muro es «intolerancia».
Se coloca la piedra con el concepto clave intolerancia».
Se coloca la piedra con el concepto clave intolerancia».
L7 Dios de bondad, el amor de Cristo nos apremia a que pidamos
perdón por desterrar a nuestros hermanos y hermanas de nuestra patria común en
el pasado y por los actos de intolerancia religiosa de hoy. Oramos
humildemente:
A Perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que
pecan contra nosotros.
P Una piedra de nuestro
muro es «guerras de religión».
Se coloca la piedra con el concepto clave «guerras de religión».
Se coloca la piedra con el concepto clave «guerras de religión».
L8 Dios de bondad, el amor de Cristo nos apremia a que pidamos
perdón por todas las guerras que hemos librado unos contra otros en su nombre.
Oramos humildemente:
A Perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que
pecan contra nosotros.
Respuesta cantada: «¡Perdónanos, Señor!»
P Una piedra de nuestro
muro es «división».
Se coloca la piedra con el concepto clave «división».
Se coloca la piedra con el concepto clave «división».
L9 Dios de bondad, el amor de Cristo nos apremia a que pidamos
perdón por vivir nuestras vidas cristianas divididos unos de otros y alejados
de nuestra común vocación a favor de toda la creación. Oramos humildemente:
A Perdónanos nuestros pecados como
nosotros perdonamos a los que pecan contra nosotros.
P Una piedra de nuestro
muro es «abuso de poder».
Se coloca la piedra con el concepto clave «abuso de poder».
Se coloca la piedra con el concepto clave «abuso de poder».
L10 Dios de bondad, el amor de Cristo nos apremia a que pidamos
perdón por nuestro abuso de poder. Oramos humildemente:
A Perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que
pecan contra nosotros.
P Una piedra de nuestro
muro es «aislamiento».
Se coloca la piedra con el concepto clave «aislamiento».
Se coloca la piedra con el concepto clave «aislamiento».
L11 Dios de bondad, el amor de Cristo nos apremia a que pidamos
perdón por las veces en las que nos hemos aislado de nuestros hermanos y
hermanas cristianos y de las comunidades en las que vivimos. Oramos humildemente:
A Perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que
pecan contra nosotros.
P Una piedra de nuestro
muro es «orgullo».
Se coloca la piedra con el concepto clave «orgullo».
Se coloca la piedra con el concepto clave «orgullo».
L12 Dios de bondad, el amor de Cristo nos apremia a que pidamos perdón
por nuestro orgullo. Oramos humildemente:
A Perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que
pecan contra nosotros.
Respuesta cantada: «¡Perdónanos, Señor!»
P Oremos: Señor, Dios nuestro, mira este muro que hemos construido,
que nos separa de ti y de los demás. ¡Perdónanos nuestros pecados! ¡Sánanos!
¡Ayúdanos a superar todos los muros de división y haznos uno en ti!
A Amén.
Himno/Canto/Música meditativa
III. Reconcíliate con Dios, escucha la Palabra de Dios
Primera lectura: Ezequiel 36, 25-27
Salmo responsorial: Salmo 18, 25-32 (cantado)
Salmo responsorial: Salmo 18, 25-32 (cantado)
Respuesta: Te amo, Señor, fortaleza mía.
Eres fiel con quien es fiel,
honrado con el honrado,
sincero con el sincero,
sagaz con el retorcido.
Porque tú salvas al pueblo humillado
y abates las miradas altivas.
Respuesta: Te amo, Señor, fortaleza mía.
honrado con el honrado,
sincero con el sincero,
sagaz con el retorcido.
Porque tú salvas al pueblo humillado
y abates las miradas altivas.
Respuesta: Te amo, Señor, fortaleza mía.
Tú enciendes mi lámpara, Señor,
iluminas, ¡oh Dios!, mi oscuridad.
Contigo me lanzo al asalto,
con mi Dios franqueo la muralla.
El camino de Dios es perfecto,
la palabra del Señor exquisita;
es un escudo para los que en él confían.
Pues, ¿quién es Dios, aparte del Señor?
¿Quién una fortaleza, sino nuestro Dios?
Dios es quien me ciñe de fuerza
y hace perfecto mi camino.
Respuesta:Te amo, Señor, fortaleza mía.
iluminas, ¡oh Dios!, mi oscuridad.
Contigo me lanzo al asalto,
con mi Dios franqueo la muralla.
El camino de Dios es perfecto,
la palabra del Señor exquisita;
es un escudo para los que en él confían.
Pues, ¿quién es Dios, aparte del Señor?
¿Quién una fortaleza, sino nuestro Dios?
Dios es quien me ciñe de fuerza
y hace perfecto mi camino.
Respuesta:Te amo, Señor, fortaleza mía.
Segunda lectura: 2 Co 5, 14-20
Aleluya (cantado)
Aleluya (cantado)
Evangelio: Lucas 15, 11-24
Aleluya (cantado)
Aleluya (cantado)
Sermón
IV. Responde con fe, vive reconciliado
Mientras se desmantela el muro y se colocan las piedras en forma de
cruz, se canta un canto de reconciliación o un himno a la gloria de la cruz.
P Oremos: Dios de bondad y Padre del cielo, hemos escuchado tu
Palabra de la reconciliación contigo por medio de tu Hijo Jesucristo, nuestro
Señor. Por la fuerza del Espíritu Santo transforma nuestros corazones de
piedra. Ayúdanos a ser ministros de reconciliación y a sanar las divisiones en
nuestras Iglesias para que podamos servirte mejor como instrumentos de tu paz
en el mundo.
A Amén.
La paz
P La paz del Señor esté siempre con vosotros.
Démonos una señal de paz.
Démonos una señal de paz.
Himno/Canto
(Colecta/Ofertorio)
(Colecta/Ofertorio)
V. Responde con fe, proclama la reconciliación
Credo
Oraciones de intercesión
Después de cada petición, tres personas encienden sus velas de una fuente central de luz (por ejemplo, un cirio pascual) y se quedan de pie junto a la cruz hasta el momento titulado «mandato de Cristo».
Después de cada petición, tres personas encienden sus velas de una fuente central de luz (por ejemplo, un cirio pascual) y se quedan de pie junto a la cruz hasta el momento titulado «mandato de Cristo».
L1 Dios todopoderoso,
has enviado a tu Hijo Jesucristo para reconciliar al mundo contigo. Te alabamos
por aquellos que mandas en el poder del Espíritu a proclamar el Evangelio a
todas las naciones. Te damos gracias porque en todas las partes del mundo ha
surgido una comunidad de amor reunida por sus oraciones y sus trabajos y de que
en todas partes tus siervos invocan tu nombre. Que tu Espíritu despierte en
cada comunidad hambre y sed de unidad en ti. Oremos al Señor:
Respuesta cantada/rezada: Señor, escucha nuestra oración.
Se debe dejar suficiente tiempo para que los ministros enciendan sus velas del cirio pascual.
Se debe dejar suficiente tiempo para que los ministros enciendan sus velas del cirio pascual.
L2 Dios de bondad,
oramos por nuestras Iglesias. Llénalas de toda paz y verdad. Donde la fe se ha
corrompido, purifícala; donde las personas se pierden, redirígelas; donde dejan
de proclamar el Evangelio, refórmalas; donde dan testimonio de lo que es justo,
refuérzalas; donde pasan necesidad, atiéndelas; donde están divididas,
reúnelas. Oremos al Señor:
Respuesta cantada/rezada: Señor, escucha nuestra oración.
Se debe dejar suficiente tiempo para que los ministros enciendan sus velas del cirio pascual.
Se debe dejar suficiente tiempo para que los ministros enciendan sus velas del cirio pascual.
L3 Dios creador, nos has hecho a tu imagen y nos has redimido por
medio de Jesucristo, tu Hijo. Mira con compasión a toda la familia humana;
quita de nosotros la soberbia y el odio que infectan nuestros corazones; rompe
los muros que nos separan; únenos con lazos de amor. Y también en nuestras
debilidades, sigue obrando para realizar tu propósito en el mundo, para que
todos los pueblos y las naciones te puedan servir en armonía en torno a tu
trono celestial. Oremos al Señor:
Respuesta cantada/rezada: Señor, escucha nuestra oración.
Se debe dejar suficiente tiempo para que los ministros enciendan sus velas del cirio pascual.
Se debe dejar suficiente tiempo para que los ministros enciendan sus velas del cirio pascual.
L4 Espíritu Santo, dador de vida, hemos sido creados para llegar a
la plenitud en ti y compartir esta vida con nuestros hermanos y hermanas en el
mundo. Despierta en cada uno de nosotros tu compasión y tu amor. Danos fuerza y
valor para luchar por la justicia en nuestros vecindarios, para construir la
paz dentro de nuestras familias, para confortar a los enfermos y moribundos y
para compartir todo lo que tenemos con los que pasan necesidad. Por la
transformación de cada corazón humano, oremos al Señor:
Respuesta cantada/rezada: Señor, escucha nuestra oración.
Se debe dejar suficiente tiempo para que los ministros enciendan sus velas del cirio pascual.
Se debe dejar suficiente tiempo para que los ministros enciendan sus velas del cirio pascual.
Oración del Señor
Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria
por los siglos de los siglos. Amén.
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria
por los siglos de los siglos. Amén.
VI. Embajadores de Cristo, ministros de reconciliación
Mandato de Cristo
Los doce ministros pasan la luz a través de la asamblea hasta que cada
persona tenga una vela encendida.
P Una vela encendida es un signo profundamente humano: ilumina la
oscuridad, da calor y seguridad y crea comunidad. Es signo de Cristo, luz del
mundo. Como embajadores de Cristo llevaremos esta luz al mundo, a los lugares
oscuros en los que las luchas, los desacuerdos y las divisiones impiden un
testimonio común. ¡Que la luz de Cristo produzca la reconciliación en nuestros
pensamientos, palabras y obras!
¡Recibe la luz de Cristo y llévala a los lugares oscuros de nuestro
mundo! ¡Sé ministro de reconciliación! ¡Sé embajador de Cristo!
Bendición y envío
P A ti clamamos, Dios
rico en misericordia:
¡Que todos los que buscan la reconciliación experimenten tu ayuda
para que puedan proclamar tus obras maravillosas de Amor!
Pedimos esto en el nombre de tu Hijo, Jesucristo, nuestro Señor.
¡Que todos los que buscan la reconciliación experimenten tu ayuda
para que puedan proclamar tus obras maravillosas de Amor!
Pedimos esto en el nombre de tu Hijo, Jesucristo, nuestro Señor.
A Amén.
P Que la bendición de Dios todopoderoso, el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo descienda sobre vosotros y permanezca siempre.
A Amén.
P Podéis ir en la paz
de Dios.
A Demos gracias a Dios.
Himno/canto
Sonne der Gerechtigkeit, de Christian David (Rise, O Sun of Righteousness, traducción de Frank W. Stoldt), u
otro canto elegido por el comité local que prepara la celebración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por tu aporte lleno de amor y sabiduría, nos edifica...